Además de unos cambios en su apariencia que ya se habían mencionado, lo más importante en la renovación de la segunda generación de este compacto nipón es su mecánica, que estrena la largamente anticipada tecnología SKYACTIV, que incluye un nuevo motor y dos transmisiones inéditas.
La nueva planta motriz sigue siendo un cuatro cilindros de dos litros de desplazamiento y 16 válvulas, con la diferencia de que ahora incorpora inyección directa y una potencia que asciende hasta los 155 caballos a 6.000 revoluciones por minuto con un torque máximo de 20,4 kg-m a 4.100 vueltas. Su relación de compresión es de 12 a 1, un valor alto.
Con respecto al anterior propulsor MZR de dos litros, hay un incremento de un 5% en la potencia y de un 10% en el torque según anuncia Mazda, con progresos en el consumo de combustible del 21% en el mejor de los casos, al declarar Mazda promedios en autopista de 64 kilómetros por galón.
En cuanto a las cajas, la automática SKYACTIV implementa comparada a su predecesora un cambio adicional, teniendo ahora seis relaciones. Se mantiene de convertidor de par, aunque Mazda es enfática en que “ofrece las ventajas de una automática convencional, una CVT y una de doble embrague”.
Si se habla de la manual de seis cambios, la SKYACTIV-MT tiene unos recorridos de la barra un 10% más cortos para mejorar la precisión de manejo (algo en lo que ya se destaca la actual transmisión) y es dos kilos menor.
Otras modificaciones hechas al Mazda3 modelo 2012 son algunos puntos de soldadura adicionales alrededor de la carrocería en la zona en donde se une a los componentes de la suspensión para optimizar la rigidez torsional. También hay cambios en los refuerzos del piso.
Los Mazda3 equipados con la tecnología SKYACTIV se diferenciarán de otros de sus equivalentes por tener una cubierta del motor pintada en azul, unos aros del mismo color dentro de las farolas frontales y un emblema en el portón del baúl.
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